Isbn: 9786071610270
Presentación: epub
Idioma: ESPAÑOL
Idioma Original: ESPAÑOL
Editorial: FONDO DE CULTURA ECONÓMICA (FCE)
Número de páginas: 71
Colección: FONDO 2000
Área temática: HISTORIA
Ficha catalográfica
Fernández de Oviedo, Gonzalo
 Bestiario de Indias/Gonzalo Fernández de Oviedo—México : FCE, 1999.
 71 pp.; 14 x 10 cm.—(Colec. FONDO 2000)
 1.América - Descripción y Viajes
LC F1219 Dewey970.01F363b
Biografía del autor
Historiador, naturalista y etnólogo de Indias nacido en Madrid en 1478 y muerto en Santo Domingo el 26 de junio 1557. Vivió en territorio americano durante la primera mitad del siglo XVI, donde conoció personalmente a los grandes personajes del descubrimiento y de la colonización. Escribió una de las Historias de Indias más importantes, y sus perspectivas de historiador fueron frecuentemente opuestas a las del padre Las Casas.
La biografía de Fernández de Oviedo se encuentra dispersa en su obra Quincuagenas y sus Batallas y Quincuagenas, así como en su Historia de las Indias. Era hijo de Miguel de Sobrepeña y de Juana de Oviedo y nació en Madrid en agosto de 1478. Su familia era de hidalgos de origen asturianos, aunque algún historiador ha supuesto sin fundamento que eran conversos. Tuvo una larga formación cortesana, que empezó a los doce años, cuando fue paje del duque de Villahermosa (sobrino del rey Católico), y siguió como mozo de Cámara del príncipe Juan, hijo de los Reyes Católicos, donde conoció a los hijos de Colón. Sus recuerdos de esta época los recogió en su obra posterior Libro dela Cámara del Príncipe Don Juan (publicado en Madrid, 1870). Estuvo luego en Italia, Mantua y Roma, donde sirvió al cardenal Juan de Borja. Luego, en Nápoles, al rey Fadrique y a la reina Juana, viuda de Fernando II de aquel reino. Volvió a España con el duque de Calabria y en 1505 Fernando II, Rey de Aragón y V de Castilla le encargó compilar
noticias sobre los reyes de España, misión que no cumplió hasta 27 años después y cuyo manuscrito está en el Escorial.
Esta formación le dio un carácter de defensor de los intereses nobiliarios y caballerescos, de culto a los valores morales y de sentido patriótico, acentuado por los acontecimientos que le tocó vivir, como la rendición de Granada y el
descubrimiento de América. En 1506 fue durante breve tiempo notario apostólico y secretario de la Inquisición. En 1507 volvió a Madrid y ejerció de escribano, se casó con Margarita de Vergara y se quedó pronto viudo. Tras actuar brevemente como secretario del Gran Capitán, embarcó para Indias en busca de fortuna el año 1514 en la gran armada de Pedrarias Dávila, con los cargos de fundición e marcación, la escribanía de minas e del crimen e juzgado y el oficio del hierro de los esclavos e indios. Allí fue testigo de las irregularidades de Pedrarias, que decidió denunciar al
rey. En 1515 fue elegido procurador de Tierra Firme y regresó a España. Se entrevistó en Plasencia con Fernando el Católico, ya muy enfermo, quien le pidió que entregara sus informes al secretario Conchillos. Al conocer luego la muerte del monarca, decidió ir a Bruselas con objeto de comunicarle los problemas indianos a su heredero. El príncipe Carlos no le escuchó, pero le mandó informar de todo a Cisneros y Utrecht. Volvió a Madrid y escribió entonces una extraña novela de caballería titulada Libro del muy esforzado e invencible caballero de fortuna, propiamente llamado don Claribalte, que se publicó en Valencia el año 1519. Este mismo año se produjo su enfrentamiento con las Casas, pues ambos propusieron a la
Corona proyectos de colonización antitéticos para remediar los problemas de Indias. Oviedo se inclinaba por una de tipo
señorial, realizada por caballeros de Santiago, mientras que Las Casas lo hacía por otra exclusivamente de religiosos.
Desengañado, volvió al Darién a principios de 1520, dispuesto a rehacer su vida con su segunda mujer. Fue una época desafortunada, pues murió su hijo y volvió a enviudar. Falleció también el gobernador Lope de Sosa y volvió a gobernar el omnipotente Pedrarias con el que tuvo grandes enfrentamientos. Parte de ellos se debieron también a la obstinación de Pedrarias por trasladar la capitalidad de
Castilla del Oro a la nueva ciudad de Panamá, que había fundado en el Pacífico, despoblando la antigua de Santa María
del Darién, establecida por Balboa en el Atlántico y donde Oviedo tenía su casa y propiedades. Fue nombrado teniente de
gobernador en la decadente Santa María (1522), donde trató de moralizar las costumb