Tijuana no es solamente el escenario en el que Federico Campbell situó buena parte de su obra narrativa: es una obsesión constante sobre la que vuelve, desde distintos ángulos, para constatar que es inabarcable. Regreso a casa reúne buena parte de esa exploración. Abre el volumen “El sol de la infancia”, primer cuento publicado por Campbell, en 1968, en el que ya se encuentra el tono y los intereses de buena parte de su obra; sigue “Tijuanenses”, uno de los más celebrados volúmenes de relatos del autor y, por último, a modo de coda, “Nuestra Ítaca”, una compilación hasta ahora inédita de ensayos breves dedicados a pensar Tijuana: su historia, su geografía, su música, su relación con Estados Unidos y con el resto del país y, sobre todo, su condición de “tierra mítica”.
La migración, la nostalgia del origen o la familia en el límite de su extinción son algunos de los temas que el autor aborda con quirúrgica prosa. En Regreso a casa el lector encontrará la profundidad reflexiva, obligada e irremplazable de un narrador fundamental de nuestra literatura reciente.