No soy tan zen es una novela ambiciosa quelogra todos sus cometidos. El estilo irreverentees un complemento perfecto para la búsquedatrascendental que anima el relato. JoséMontelongo despliega un ingenioso recursotécnico que implica al motivo principal desu novela en el desarrollo narrativo, ya quela encarnizada lucha entre paz y estridenciaocurre en su mayoría al interior de la mente delprotagonista mientras intenta concentrarse paraescuchar un atrevido experimento musical delFLUX Quartet. Esta dicotomía existencial es unforcejeo al interior de la subjetividad del personaje,por lo que la novela se vuelve un recuento de loshechos en el escenario principal de la contienda yel narrador toma el papel de corresponsal de unalucha espiritual.Además del contenido filosófico, No soy tanzen ofrece una divertida y ácida radiografíadel ambiente cultural citadino, con personajesmuy completos y entrañables como Fino, elcamarógrafo que acompaña a Julián en sustareas diarias, o Pedro Pablo, veterano reporterocultural, que añaden picardía y naturalidad a losnaufragios existenciales del protagonista. Conestos elementos, Montelongo logra construiruna novela audaz, repleta de eruditas referenciasliterarias libres de pedantería, sostenida en unaestructura impecable conformada por situacionesmuy divertidas con las que el lector se identificaráfácilmente y de las que, sin duda, obtendrá sonorascarcajadas.