Reseña
En 1907, a los treinta y tres años, Winston Churchill, entonces
subsecretario de Estado para las Colonias, decide emprender
un viaje a África Oriental durante las vacaciones de otoño. Una
travesía que empezaría en la costa de Uganda. El largo recorrido
lo haría utilizar medios de transporte tan diversos como barcos
de vapor, tren, automóvil e, incluso, un largo tramo a pie. El
viaje lo lleva a visitar diferentes ciudades: Mombasa, Nairobi
Embo, Kisumu, Entebbe, Kampala, Munyonyo, Jinja, Wadelai,
Gondokoro, Kodok, Jartu y el Cairo; convivir con tribus como los
Kikuyu, Swahilis, Lumbwa, Nandi y Kavirondo; cazar antílopes
y rinocerontes. Profusas en descripciones del paisaje, de la
situación política de la región y en reflexiones en torno al papel del
hombre blanco en el continente, estas crónicas con un documento
valiosísimo del pasado colonial europeo, así como un testimonio de
los orígenes de las naciones africanas contemporáneas.