Tras los sismos de septiembre de 2017, México vivió jornadas de solidaridad similares a las que se desplegaron el 19 de septiembre de 1985 en la capital del país. Pero pasadas las primeras semanas del cataclismo que afectó a cerca de 12 millones de personas, apareció una nueva tragedia: la falta de planeación, de coordinación, de información, de liderazgo, de confianza y de participación suficientes para afrontar con éxito el complejo proceso de la reconstrucción. Los sismos mostraron las dos caras de la misma moneda: la respuesta inmediata y fraterna de la sociedad y la impericia de gobiernos y organizaciones para ofrece medios financieros, certeza jurídica y protección a los damnificados con una mirada de largo aliento. En este libro, un grupo de investigadores vinculados con el Programa Nacional de Investigación en Rendición de Cuentas y Combate a la Corrupción, apoyados por el Conacyt, da cuenta de las lecciones aprendidas en otros países que ha vivido situaciones semejantes así como de las recomendaciones de los organismo internacionales para afrontar desastres naturales, antes de pasar revista a los fondos y los medios que se pusieron en marcha en México después de septiembre de 2017, para demostrar que la respuesta no solo fue insuficiente e ineficaz, sino que es urgente preparar al país para atender con éxito la siguiente emergencia. El libro es un retrato de la forma en que los sectores público, social y privado respondieron a los terremotos, pero también un recuento puntual de los cursos de acción que deben seguirse en el futuro para asumir la reconstrucción y la recuperación como una política pública bien coordinada, eficiente y confiable. Es un libro indispensable, basado en la conciencia de que México es un país amenazado por los desastres que lamamos naturales, pero devastan mucho más por falta de prevención y preparación.